Es la inflamación severa, aguda de la capa interna que recubre la cavidad abdominal. Sus causas son múltiples, siendo la perforación de un apéndice enferma la más frecuente en pediatría. Su sospecha debe ser urgente y en general el cuadro es quirúrgico.
La gran repercusión general que produce en el organismo del niño hace favorecer el alto grado de complicaciones tanto desde la función de los órganos como daño morfológico de los mismos. Es por eso que no solo el tratamiento quirúrgico y antibiótico ayuda a superar el cuadro, sino también existen factores externos que pueden sumar gravedad al cuadro.